domingo, 15 de diciembre de 2013

Ojeada a un poemario de Iris Miranda, por Dr. Marcelino Canino Salgado



Óptica del desierto  y Flash Creatio (2013), publicado por la editorial Los libros de la Iguana, la proclama como una poeta cabal (no acepto el feminismo poetisa). No hay duda que comprende el oficio de poeta. Ya desde el poema breve  “Es”, dedicado a su progenitora se siente el élan de la comprensión y ternura, del anhelo de madurez espiritual, del camino liberatorio del alma. Y todo eso a pesar de que es un poema epigramático, un prodigio de síntesis. Óptica del desiertoy Flash Creatio es un poemario donde la impronta del franciscanismo profundo se manifiesta con eclosión de pasión ardiente, compasión inefable, amistad acendrada y serenidad exquisita. Todo dicho con elegancia. El poema “Mortaja” es una verdad monda y lironda hecha poesía. Originalísimo me resultó “Endoscopía” y los poemas dedicados a personas como José Luis Vega, Ana María Fuster y Reynaldo Marcos Padua, que demuestran el espíritu conciliatorio de la poeta que busca la trascendencia  antes que puntualizar lo que nos separa. En fin, es un poemario bien logrado, donde los pocos neologismos lingüísticos que emplea no destiñen  el excelente canon poético propuesto en el título.  Es un poemario lleno de símbolos promisorios y de sutiles alusiones a rituales ancestrales que habrá que ocuparse de ellos en un estudio más detenido.

Sincronía y diacronía en Óptica del desierto…

El poemario se inscribe dentro de la ya vieja tendencia del verso libre, aunque hay una tendencia constante hacia la rima asonante y a la armonización vocálica en eco. No obstante, predomina métricamente el anisosilabismo. Los modos de escandir el verso siguen la tendencia entonacional de la poeta y la conclusión de las tiradas de versos se marcan cuando se termina el sintagma oracional. Vistos los poemas al trasluz del recuerdo y la experiencia de lector cuidadoso, encontramos las filigranas o marcas de agua como improntas indelebles una desleída resonancia de las poetas de los años ’20  hasta los ’40: desde Juana de Ibarbourou, Delmira Agostini, Alfonsina Storni, Gabriela Mistral, Julia de Burgos, Clara Lair, Nimia Vicens, entre otras. Lejanos ecos que llegan a Iris Miranda no necesariamente por sus lecturas directas, sino a través del canon generacional que la precedió, además de las sensibilidades comunes a las mujeres escritoras luchadoras e incomprendidas en una cultura literaria dominada por el macho.

Independientemente, de su vínculo con el canon poético, este poemario es muy moderno y universal. Véase por ejemplo la vibrante introducción a modo de prosa poética titulada “Vasija de cedro” donde la poeta se mueve entre dos mundos y tres generaciones, es decir, entre el pasado y la contemporaneidad. El chocolate caliente con queso de papa, receta de la abuela y las agujas de tejer se resumen hermanadas en la moderna computadora. Es la inmediatez del universo cibernético que rompe las barreras del tiempo y virtualmente la realidad contingente se convierte en una especie de mágico holograma. Todo levemente insinuado, sugerido.

Esta tendencia presentista resulta natural en todos los poetas contemporáneos con instrucción académica formal. Un rasgo común en todos los que, fascinados por el arte, siguen al principio el camino de la mímesis, y luego se aventuran a la más inimaginable experimentación. Fuera de las consideraciones aristotélicas, los poemas de Iris Miranda logran una presencia e identidad propia de su entorno vital y poético. Sus poemas se destilan concienzudamente desde una “alquitara pensativa”, como dijo Quevedo. Por otro lado, cuando aborda sentimientos ancestrales como el de la maternidad o el amor ágape hacia la madre, los versos buscan dentro del canon psíquico el metro breve, el hexasílabo, característico de las canciones de cuna. Hay, además, una tendencia muy marcada a combinar las cláusulas de entonación entre tiradas de versos largos y elocuentes con sintagmas más breves y cortantes, véase por ejemplo el poema “Desolado” en donde la combinación de sintagmas evoca el movimiento del mar. Son las llamadas cadencias y similicadencias combinadas en función del significado global de los poemas.

Semánticamente, habrá que hacer inventario de las peculiares antítesis y paradojas como elemento particular y propio de este poemario, donde, después de varios intentos, la autora “entró con pie derecho” al espacio inefable del poema y al reino absoluto de la poesía.

Le deseo a Iris Miranda un paraíso de  buena suerte en el camino tortuoso de la poesía, sobre todo en una islita donde cantar la voz de la intimidad pulcra y trascendente es como la voz de aquél que clamaba en el desierto…

Sinceramente,

Marcelino J. Canino Salgado
21 de noviembre de 2013
San Juan de Puerto Rico

lunes, 25 de noviembre de 2013

viernes, 22 de noviembre de 2013

La óptica de la Óptica, resumen de la presentación

Ayer llovía como cuando comencé a escribir este libro hace algún tiempo atrás. Temí lo peor: una presentación poco concurrida. Ya la exhibición de las pinturas de Vanessa Arandt estaba montada: Espejismo, Óptica del desierto, Hacia el Flamboyán, Flamboyán 1 y 2, Lágrimas de sangre, y el dístico Pétalos sobre la arena, junto a Old Flame, esperaban a los invitados. De apoco fueron llegando, algunos antes de las 7 para ayudar. Y llovía y llovía y solo había menos de una docena de personas contando los colegas de la Universidad. Me encogí  de hombros y pronuncié una oración para que los que vinieran de camino llegaran sin problema y para que los que debieran regresarse, por el mal tiempo, se regresaran tranquilos a sus casas. El salón del tercer piso de la Biblioteca de la Universidad Politécnica de Puerto Rico había sido arreglado para un cupo de 50 personas y en un abrir y cerrar de ojos se llenó el salón y hubo que traer 10 sillas más. El amigo y poeta Hiram Collazo, maestro de ceremonias invitado, fue el primero en llegar. Los presentadores, Jan Martínez y Dr. Marcelino Canino junto a mi editor, Reynaldo Marcos Padua, llegaron luego y antes que Marioantonio Rosa. Mis colegas y jefas, mis amigos poetas tomaban asiento. Ay, mis nervios... Contaba con los dedos de mis manos si estaban todos los escritores invitados a leer esa noche y faltaban tres, Marta, la poeta y esposa de Marioantonio, Luis Enrique y Michelle R.O. que llegó ensopada por la lluvia. Ya casi completos y felices comenzamos la presentación, los saludos a la representante de Madres contra la Guerra, Mayra Ortiz, y a otras personalidades, con todo y olvidos que se reconocieron poco después. Jan Martínez leyó el excelente prólogo crítico que engalana el libro, luego el profesor Dr. Marcelino Canino dio su erudita impresión en su estilo característico; y solo faltaba Wandita, la poeta de la voz de cielo, quien cantaría la nana Canta cuna, pero la canté yo; y, llovió más y más después. Marioantonio leyó su pórtico poético: un poema sobre mi desierto. Luego Vanessa habló sobre nuestra amistad, afinidad y el flamboyán. Las lecturas de los poemas fueron fluyendo, escritor por escritor. Hubo un videopoema del texto principal: Óptica del desierto mientras Blancairis Miranda lo leía y al final Michelle R.O. se robó el show con una dramatización del poema "Réquiem al nublado de piedra".  Casi se agota la tirada de esta edición. Fue una noche de milagros, llena de amigos buenos, versos y magia que he de llevar en mi memoria como el flamboyán florecido en un oasis. 
     

miércoles, 16 de octubre de 2013

Presentación del poemario de Iris Miranda, Óptica del desierto y Flash Creatio

La poeta y profesora, Iris Miranda, de la Universidad Politécnica de Puerto Rico, presenta este poemario insipirado en la guerra de los pueblos árabe-israelí y sus protagonistas menores. Este poemario está dedicado: A los amantes de la Paz.


lunes, 30 de septiembre de 2013

Sobre el poemario Óptica del desierto



              JAN MARTÍNEZ

"La Óptica del desierto y Flash Creatio, de la poeta Iris Miranda, es una mirada plena de lirismo que, en sus mejores y más intensas estancias, atraviesa múltiples avenidas de expresión, tanto en sus niveles de dicción como temáticos. Su recorrido es ancho y ajeno, como el mundo pleno de dolor en el que vivimos; pero de una estrecha y amorosa intimidad cargada de la solidaridad por el sufrimiento y de una gran conciencia social".

MARIOANTONIO ROSA
"Era un desierto con estragos. No aquél, que aparece en una fotografía pura en la cercanía al aliento de Dios. Fue un desierto en celajes suasorios, o en convivencia con amargos atrapados, y por tu poesía regresa a su propio origen. Tu libro se hace único para el tiempo que nos vive, y el otro tiempo que tiene que vivirse. La guerra está ahí, desnuda en sus cadáveres, comiendo llantos crudos, embargos, saqueos, invasiones en Binocular de guerra, De lo que no escribo y El hijo que no llega. Los lobos hombres, desayunan sus nuevas palabras de sangre en Alterlobo, Manía lupina y Metapoesía. Parece que el arcángel escapa baleado y asombrado, y no vuelve. Pero vuelve tu poesía, echa rosas camineras, y unas semillas amadas por los niños en el poema Flash Creatio".   


LYNETTE M. PÉREZ

"Iris se erige ánima mundi, mediadora, poeta, reflejo invertido de Julia. Se convierte en águila y otea el desierto en busca de los hijos de Ismael e Isacc. Ella retrata el mundo desde la óptica del otro, donde “un reverso al inverso” es un mundo impensado. Nos habla de una tierra donde el cordero y el lobo cambian de pieles y de signos, pacto político y tácito entre Oriente y Occidente, entre el lobo y su alter ego, la oveja; en diálogo manifiesto con Hobbes y Silvio. Su palabra es bandera blanca en el horizonte, en el universo de Óptica en el desierto y Flash Creatio es posible lo imposible como un flamboyán en el arenal”.